Me miraba preguntándome por qué lo hacía como si yo tuviera alguna respuesta. Aunque supiera el por qué nada iba a borrarle ese gesto horrible. Era mezcla de decepción, lástima y una pizca de mea-culpa.
Ese día fue uno de los días en los que se rompe el cristal, ese cristal a través del cual vivimos fingiendo. Ese día eramos yo, ella y mi pequeño problemita. Ella me había descubierto y yo no tenía dónde ocultarme así que le mentí. Tampoco podía decirle que sabía con certeza que iba a seguir cortándome porque hubiese sido demasiada sinceridad, es decir...no me quedaba otra que mentirle.
No me sorprendió de todas formas que después quisiera evitar el tema y jamás me haya vuelto hablar porque todo es así entre nosotros. Lo único que se le ocurrió fue mandarme a terapia y que alguien más se encargara de mi. No la culpo, yo tampoco quería su ayuda.
Acá estoy tres años más tarde y se supone que Vilma se está encargando de mis problemas pero el verdadero problema es que hace un mes que no la veo y sigo esperando que me llame...nunca pierdo la esperanza.
Quizá no tengo arreglo, quizá todas las personas que vayan a pasar por mi vida van a terminar huyendo, evitándome o viéndose obligados a tomarse unas vacaciones de mi.
Después me dicen que conozca gente nueva...conocer gente nueva para mi significa tener que armarme un personaje nuevo porque no se como ser yo con la gente nueva. No estoy con ánimos para fingir nada, no tengo fuerza ni voluntad, además tarde o temprano se van a dar cuenta y todo mi esfuerzo va a ser en vano. Tengo aún menos fuerza para poder soportar otro abandono.
Ese día fue uno de los días en los que se rompe el cristal, ese cristal a través del cual vivimos fingiendo. Ese día eramos yo, ella y mi pequeño problemita. Ella me había descubierto y yo no tenía dónde ocultarme así que le mentí. Tampoco podía decirle que sabía con certeza que iba a seguir cortándome porque hubiese sido demasiada sinceridad, es decir...no me quedaba otra que mentirle.
No me sorprendió de todas formas que después quisiera evitar el tema y jamás me haya vuelto hablar porque todo es así entre nosotros. Lo único que se le ocurrió fue mandarme a terapia y que alguien más se encargara de mi. No la culpo, yo tampoco quería su ayuda.
Acá estoy tres años más tarde y se supone que Vilma se está encargando de mis problemas pero el verdadero problema es que hace un mes que no la veo y sigo esperando que me llame...nunca pierdo la esperanza.
Quizá no tengo arreglo, quizá todas las personas que vayan a pasar por mi vida van a terminar huyendo, evitándome o viéndose obligados a tomarse unas vacaciones de mi.
Después me dicen que conozca gente nueva...conocer gente nueva para mi significa tener que armarme un personaje nuevo porque no se como ser yo con la gente nueva. No estoy con ánimos para fingir nada, no tengo fuerza ni voluntad, además tarde o temprano se van a dar cuenta y todo mi esfuerzo va a ser en vano. Tengo aún menos fuerza para poder soportar otro abandono.
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