Rather than love, than money, than faith, than fame, than fairness... give me TRUTH.


25 de enero de 2008

Vientos católicos en el bolsillo, pag 40.


Siempre ese rollo, esa obsesión: escribir. Escribir cualquier cosa que me venía a la mente. Las cosas que estaban pasando. O simplemente frases exterminadoras: "Me cansé de este colegio", "Tal cosa me tiene harta, "Amo tal otra", bla bla bla. El papel es prudente. El papel no te es infiel, no te caga, te deja ser. No te pone cara de circunstancia. Quizá por eso no tenía amigas, por que mientras ellas se contaban sus historias entre ellas, yo reproducía la mía, con exactitud, en mi cuaderno; y mientras la memoria de un ser humano puede fallar, las letras impresas son imborrables. Supongo que por eso siempre me aislé y nunca tuve la necesidad de comunicarme, por que ya lo estaba haciendo de otro modo. Escribir era también comunicar, aunque mis escritos siempre terminaban escondidos y sin participarle al mundo mi dolor, mi felicidad o mi disconformidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario


Bye