Me cansé de mí.

-Está usted dentro de la normalidad, no posee una personalidad obsesiva o compulsiva, pues no se preocupa en exceso por el perfeccionismo en sus tareas cotidianas, ni le asaltan constantemente pensamientos indeseables a la mente.

-Para ti la amistad es uno de los valores más importantes y esperas mucho de ella, quizás demasiado: consuelo y apoyo en los momentos difíciles, distracción cuando los problemas están lejanos. También puede que des más de lo que obtienes a cambio... Y ese gran potencial energético, que consideras poner a disposición del amigo, se bloquea. Por ello, tiendes a guardar tu amistad en una urna dorada de buenas intenciones (una defensa como otra). Pero tal vez sería mejor liberarte de ideales que, aunque apreciables, no son más que el lecho por el que corre el río de la amistad.

-Tu impulsor dominante es: SOÑADOR

El soñador está lleno de buenas intenciones, con una gran comprensión hacia los demás, su ideal sería llegar a hacer un mundo mejor. No es extraño que se propongan objetivos inalcanzables y esto les puede llevar a deprimirse. En numerosas ocasiones no terminan lo que habían empezado por la falta de confianza en el posible éxito de dicha empresa o en ellos mismos. Tienen fama de ser inconstantes. Son muy sensibles, por lo que quizás se sientan ofendidos por cualquier comentario cuando en realidad no se pretendía hacerlo.

-Expresion social:

Las relaciones sociales no son tu fuerte, eres una persona muy tímida o muy introvertida, o quizás las dos cosas a la vez. La cuestión es que, ya sea por desinterés, falta de motivación o por temor a hacer el ridículo, te cuesta muchísimo dar el primer paso a la hora de conocer gente nueva. Siempre esperas que sean los demás quienes inicien la conversación. Eres una persona muy retraída, lo que ocurre es que los demás lo ven y seguramente muchas veces ya no intentan entablar una amistad al ver que pones tantas barreras.

Otra característica tuya es que tienes un gran temor a hablar en público, por lo que lo evitas a toda costa. Si por algún motivo tienes que hacerlo, te pones extremadamente nervioso, incluso puedes sufrir ansiedad por este motivo. Tus temores a veces se basan en el miedo a hacerlo mal o al qué dirán, pero muchas veces son temores infundados. Tampoco eres capaz de enfrentarte a tus superiores (profesores, jefes, etc.) cuando es preciso, temes que esto te traiga más problemas, piensas que no sabrás expresarte con suficiente claridad o sencillamente te impone demasiado para hacerle frente. Esto provoca que seas una persona que no defiende suficientemente sus derechos y fácilmente se aprovechen de ti.

No es extraño que en más de una ocasión sientas que te están "pisoteando", engañando o aprovechando de tu buena voluntad. Esto te ocurre porque no defiendes tus derechos como consumidor, te da pudor o sencillamente evitas posibles enfrentamientos, por eso casi nunca reclamas un mal servicio en un restaurante, compras productos que no necesitas por no decir que no en una tienda y no te quejas si alguien quiere colarse en la fila, por ejemplo.

En cuanto al hecho de expresar correctamente tus emociones y sentimientos de molestia, desagrado o enfado, hemos de decir que mayoritariamente te infunde temor la desaprobación que esto puede provocar en los demás, por eso muchas veces tampoco eres capaz de rechazar peticiones que no te gustan, por miedo a que te juzguen mal o te critiquen. Ten cuidado, porque esto te hace tremendamente infeliz y provoca que los demás se aprovechen de ti, deberías dar tu opinión más a menudo.

En el lado opuesto, hemos de decir que eres prácticamente incapaz de expresar de forma correcta los sentimientos de amor y cariño hacia tus familiares y amigos, esto es porque no lo ves necesario o porque en cierto modo te avergüenza mostrar esta otra faceta tuya, pero ten cuidado, por eso ofreces una imagen de alguien poco cariñoso, frío y distante.

Con relación a tu forma de actuar y pensar sobre tus interacciones con el sexo opuesto, se observa que no sabes expresarte abiertamente en este sentido. No es extraño que temas dar a conocer tus sentimientos, tanto los positivos como los negativos por temor al rechazo. Tampoco sabes decir que no a las peticiones provenientes del sexo opuesto que no te interesan, prefieres callar y ceder para evitar enfrentamientos. Casi nunca o nunca tomas la iniciativa en las relaciones y muestras mucha inseguridad a la hora de expresar tus sentimientos más íntimos o en cuanto a la iniciación de interacciones con propósitos sexuales. Deberías replantearte si esta forma de actuar te hace verdaderamente feliz, pues en una relación de pareja es donde debemos expresarnos con mayor libertad y sin tabúes para que funcione, sino la autorepresión que muestras cada vez te producirá mayor desdicha.

Se observa también que te preocupas mucho por los sentimientos de los demás. Esto es positivo en el sentido que evitas a menudo que tus allegados se disgusten por actitudes o comentarios tuyos que podrían herirles, pero conlleva que en ocasiones eres tu el que no se siente a gusto callándose las cosas, habrías de encontrar un punto intermedio para que ambas partes salieran más equilibradas.

En cuanto al hecho de pedir favores a otros, es algo que evitas a toda costa, crees que en cierto modo puedes molestar a la otra persona si pides que te ayuden. Quizás este sentimiento corresponda a que tampoco te gusta hacerlos, por eso piensas que lo mismo les ocurre a los demás, pero no es cierto, a las personas normalmente no les inoportuna echar una mano si piensan que con ello están ayudando.

En la misma línea de lo anterior, tampoco te gusta hacer o recibir cumplidos, es más, no te gusta ni te halaga que te los hagan, piensas que es algo superfluo y sin sentido, te avergüenza oírlos, no sabes nunca cómo reaccionar ante ellos y por supuesto crees que hacerlos podría darte una falsa imagen de "pelota" que no deseas ofrecer.

Quizás porque no tienes una autoestima demasiado alta, la cuestión es que te preocupa bastante que los demás hagan una la evaluación negativa de tus actos o comportamientos, tanto de los positivos como de los negativos. No sueles hacer y decir lo que te apetece, al contrario, te retraes, mides tus palabras y tu forma de actuar para que los demás no te juzguen mal.

Te preocupa en exceso la impresión que causas en los demás, eres una persona muy susceptible a los comentarios ajenos y al qué dirán, no sabes ser tu mismo en este sentido, eres influenciable y no es extraño que hagas o digas cosas con las que no estás de acuerdo para quedar bien. Tampoco eres capaz de contradecir a alguien en público aunque sepas positivamente que está equivocado, prefieres callar a ser el centro de todas las miradas.

Para finalizar, algo a destacar en tu personalidad es que asumes tus posibles carencias. Aunque quizás las asumes en exceso y piensas que tienes más de las que verdaderamente son. Deberías tener mayor confianza en ti y en tus posibilidades, que son muchas, así aumentarías de forma positiva tu autoestima.

-Persoalidad:

Es una persona con una baja autoestima, en general se siente bastante inseguro, desconfía de sus propias facultades y prefiere no tomar decisiones importantes por miedo a equivocarse. Además, necesita de la aprobación de los demás pues tiene bastantes complejos. Suele tener una imagen distorsionada de sí mismo, tanto a lo que se refiere a rasgos físicos como de su valía personal o carácter. Todo esto le produce un sentimiento de inferioridad y timidez a la hora de relacionarse con otras personas. Le cuesta hacer amigos nuevos y está pendiente del qué dirán o pensarán sobre usted, pues tiene un miedo excesivo al rechazo, a ser juzgado mal y a ser abandonado. La dependencia afectiva que posee es resultado de su gran necesidad de aprobación, ya que no se quiere lo suficiente como para valorarse positivamente.

-Padece un síndrome depresivo entre moderado y grave, debería consultar con un especialista lo antes posible.