Soy alguien que huye. Alguien que se escapa. Soy alguien que no puede soportar estar bien. Soy alguien que necesita cambios constantemente para evadir esa realidad que no puede cambiar. Te aconsejo que no te acerques, porque tarde o temprano, me voy a ir y me vas a odiar, pero más te vas a odiar a vos por haber perdido el tiempo con alguien como yo.
Suelo aparentar que no siento algunos abrazos, que no deseo algunos labios, pero es todo una máscara, una careta que me ayuda a ocultarme, a que nadie se entere que soy débil, que si no me quieren me muero. Por eso es que huyo. No por miedo a la soledad sino por terror a que todo salga bien, a que me quieran, a que me hagan promesas.
Cuando empiezo a querer a alguien, cuando me doy cuenta que me importa, automaticamente me vuelvo una persona fría, rechazo las demostraciones de cariño y le hago creer al otro que no es verdaderamente indispensable para mi. El problema es que mientras los demás sienten mi rechazo yo me obseciono y siento que me voy a morir si no los tengo. Siento que perderlos es algo inebitable, algo que merezco por ser de esta forma. Pero eso también forma parte de mi miedo eterno a estar bien, tranquila, en paz.  

Ce,

17-10-10